viernes, 27 de noviembre de 2015














MI MUSA

Apareciste una tarde
yo, sentado, en el jardín
de las horas desesperadas.
¿Estabas allí? ¿O fué antes?
de que la soledad tu nombre encontrara.

Perdido en el silencio de la tarde,
cuando bajé al mundo mío,
ya no me sentí tan solo,
estabas allí, conmigo,
esperando, como mi pluma
empezar su primer verso.

Cuando tuve tu amor
desesperado, y dulce
como cualquier amor
recorrí todo tu cuerpo
en los amaneceres del regreso.

Feliz como cualquier amante
al entrar en mis dudas
estabas allí, conmigo
y pude ver, tu alma la mas pura.

La soledad no se aprende,
aunque llegue a nosotros
como revelación inesperada
de una tarde, que juega enamorada.

Siempre has estado conmigo
mi bella musa
la gala de mi vida
La flor de mi verso

Lui

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