DEJAME GOZAR
Amanecer de la Luna llena,
cuando apenas se ha ido el Sol,
sale por el otro horizonte plena,
en una eterna persecución.
Y empieza la noche al fin,
por la lejanía se eleva la Luna,
y cada vez más alta nos ilumina
con una blanca luz sin fin.
Y en la noche estas tú,
junto a mí por la vida caminas,
noctámbula de deseos, imaginas
la felicidad que te doy, la que me dás tú.
La Luna nos vigila alerta
y celosa entre las nubes, nos desprecia
cerrandonos la fragil puerta
de la claridad impuesta
por la encaprichada ausencia.
Pero no es rencorosa la Luna,
y vuelve a aparecer,
dando chanza alguna,
para que nos podamos ver.
¡Ay Luna, que oportuna eres!
¿Porqué iluminas ahora?
¡no ves que beso a la mejor de las mujeres!
Luna, no digas que me quieres,
no voy a creerte si haces esas cosas.
Deja que la bese hora tras hora,
y no te pongas celosa,
que no tiene razón de ser.
Déjanos vivir la noche, como hombre y mujer,
gozando con lo que tenemos,
nuestro amor, entiendes, nuestro amor.
Ya lo ves, la Luna, la noche y tú.
Tengamos el amor en paz,
sienteme dentro de tí,
ámame tú infinitamente.
Déjame gozar con la Luna, la noche…. y tú.
LUI
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